Cómo definir metas a corto, mediano y largo plazo

Definir tus propósitos asignando periodos para completarlos es un modo de organizarte y encaminar tus acciones hacia su realización. A veces no sabemos cómo empezar o qué tiempos son los adecuados para cada uno de nuestros objetivos, por ello, en esta ocasión, nos dedicaremos a asesorarte para que puedas iniciar el proceso del logro de tus fines, sean cuales sean.

Para empezar, te explicamos qué son las metas a corto, mediano y largo plazo:

Metas a largo plazo 

Son las que requieren de mayor tiempo, esfuerzo y recursos, de tal manera que es difícil concretarlas pronto a la vez que representan el escalón más alto al que queremos llegar en cierto ámbito o proyecto. 

Metas a mediano plazo 

Son aquéllas que nos permitirán alcanzar las anteriores, es decir, quedan a mitad del camino, pero también necesitan de pasos previos para efectuarse.

Metas a corto plazo 

Son los primeros escalones de esta gran escalera. Son sencillas y tienen la ventaja de que pueden llevarse a cabo en el aquí y en el ahora o en el futuro inmediato. De estas dependen todas las demás; pero, para establecerlas, sugerimos empezar por las de largo alcance.

Hombre en proceso de definir metas a corto y largo plazo

Definir metas a largo plazo: ¿Cómo te ves en el futuro?

Esta pregunta detonante nos permite visualizarnos en el futuro y distinguir qué aspectos queremos cumplir para ese entonces. Puedes proyectarte a 3, 5 o 10 años. No te sugerimos más años porque puede volverse muy oscuro un futuro tan lejano. Utiliza la cantidad de años o la edad que te parezca cómoda. 

Una vez que te hayas visualizado, puedes anotar cuáles son los objetivos por concretar para ese momento en el ámbito profesional, personal o económico. 

Definir metas a mediano plazo: ¿Qué necesito para lo que quiero lograr?

Como hemos dicho, simbolizan los puntos intermedios entre la situación actual y la obtención de tus propósitos finales, por lo cual, será de utilidad distinguir qué necesitamos conseguir para ello que no podemos efectuar de forma inmediata.

Te aconsejamos entenderlas como la creación de hábitos y/o la concreción de los primeros resultados, esto te mantendrá con motivación para continuar el camino al éxito. 

Metas a corto plazo: ¿Qué puedo hacer en el futuro más próximo?

Al querer llegar a un horizonte lejano podemos sentir miedo o angustia, dudas de poder cumplir el objetivo. En estos casos, lo mejor que se puede hacer es recordar que “un gran viaje comienza con un único paso”.

Elige metas sencillas fáciles de realizar en el tiempo más próximo, como en un día, una semana, un mes o un par de meses. Enlista tus quehaceres y ve poco a poco. Incluso puedes, al término del día o de la semana, revisar qué pasos cumpliste para medir tus avances y sentirte bien por ello. 

Sabemos que a veces es necesario descansar, reevaluar el plan si se presentan imprevistos, entre otras cosas. Sin embargo, recuerda confiar en el proceso; mientras no renuncies a tus objetivos más grandes no quites el dedo del renglón, y estarás cada vez más cerca de vivir tus mayores sueños. Celebra cada pequeño logro y, principalmente, disfruta el camino, pues será lo más significativo del viaje.

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